domingo, 12 de junio de 2011

Capítulo 4. Sin dormir... Por Elsa Vicious.

Esa misma noche no pude dormir, estaba bloqueado, pasaban por mi mente mil pensamientos por segundo, lo cual en una hora sería un bloqueo total de millones de pensamientos que no me llevarían a nada.Habia quedado con ella, si,pero tan solo habían sido cuatro días tras conocerla.Estaba aturdido extrañado, parecía que la felicidad de aquel momento se había caido de golpe.Y sobre la mesilla estaban mis discos, no había estado ni un segundo pensando en estrenarles , porque tan solo pensaba en ella, sus ojos verde oliva, y esa sonrisa incocente y picara.Su cabello negro y brillante y sus labios,como olvidar sus labios rojos.Me hacia perderme en mi mismo.
¿Porque no la habre conocido antes?, solo podía preguntarmelo una y otra vez...

Cojí uno de mis discos y empecé a escucharle, creo que fue ahí cuando me dormí.Tan solo dos horas, y amanecí sobre mi cama hecha, y mi disco preferido sonando.

Por la mañana fuí al instituto como un día cualquiera, y al ver el horario me dí cuenta de que era viernes, de que había perdido completamente la noción del tiempo... A la hora del recreo, como todos los dias, fuí al gran comedor/cafetería para reunirme con mis colegas. Me dijeron de Quedar el Sábado por la tarde, como casi todos los findes de semana, para ir a reunirnos con el resto de gente de "nuestra calaña" a "la rotonda", así llamábamos al sitio donde solíamos estar los findes de semana, tenía un nombre real, uno que le puso un alcalde de nuestra ciudad hace siglos, pero no lo recuerdo.
Por la tarde me duché , no quería perder ni un segundo en ir a la tienda de CD's de la esquina de la calle central.Cuando salí de mi casa mi pelo aun estaba húmedo, estaba comiendo una ensaimada y con el paso acelerado.Mi corazón latía agitado.
Y justo cuando llegue a la tienda. La ví, allí, con una chaqueta de cuero preciosa, y unos pantalones estampados de cuadros escoceses.
-Hola- Dijo y sonrió-, ¿ Vamos ya?

-Hola, si, espera que le doy este disco a Jimmy.
Entré, le di el vinillo de DIO, me sonrió y me dijo "Suerte chico".