lunes, 26 de diciembre de 2011

Capítulo 7. Como Doroti.

Se hoyó un portazo proveniente de arriba, y bajó enfadado el dueño de la tienda, Marc. Era un hombre mayor, con el pelo blanco completamente, muy formal, sabía tocar una infinidad de instrumentos, y por lo que dicen las fotos, certificados y diplomas que hay en la planta de arriba, fue un músico muy importante.
-¿¡Pero que está pasando aquí!? ¿¡Para que están las salas insonorizadas!?- gritó.
-Pe…perdón, no volverá a pasar tío-dijo un poco asustado.
¿Es que queréis tirar la tienda?-Nos dijo mucho mas calmados.- Que no se vuelva a repetir, estoy intentando vender un piano.-y se fue mas tranquilo por donde había venido.
-¿Es tu tío de verdad?-Le pregunté a Luck, aunque no era de extrañar que lo fuera… Porque con lo idiota que es el a veces, no hubiera durado en un trabajo como este nada.
-Si… ¡Jajajaja! ¿Habéis visto el cabreo que llevaba? A si se puso cuando le tiré toda la bajilla de porcelana haciendo AIR-BANDING.-sonrió.
Pero si estabas casi temblando. No se de que te ries capullo. Jajaja.- le repliqué.
Jajajaja, no te lo niego, pero ha tenido gracia.- sonrió.
Mientras Katia seguía a lo suyo, observando el bajo, acariciándolo, como si la vida le fuera en ello. Estaba super emocionada. De repente levantó la cabeza rápidamente , sonrió y dijo:
-Lo decía totalmente en serio lo del grupo, podemos intentarlo.
-Por mi vale, y ensayar podemos aquí en la sala insonorizada grande, seguro que a Marc no le molesta, y yo ya tengo experiencia en grupos.- Dijo Luck con mirada de hombre sabio.- ¿ Y tu?- me miró.
No sabía que contestar… Formar una banda de música, llegar a ser famoso y todo eso siempre había sido mi sueño, pero… no sabía si estaba preparado. Tenía ganas… Pero si la cosa salía mal, perdería muchas cosas…
-Pues no se… me lo tengo que pensar…
-¡Pero si eres bueno! A demás, a nuestra edad, ya hay gente que da conciertos, yo he dado conciertos con mi antiguo grupo.- dijo Katia muy decidida.- A demás, solo nos faltaría un batería, y alguien que cante… Incluso podéis ser alguno de vosotros.
-Eh, yo toco la guitarra, a mi no me pongáis a cantar ehh. Y seguro que en “La rotonda” encontramos a un buen batería.-replicó Luck.
¿Qué es la rotonda?-Preguntó ella.
-Es un sitio donde quedamos todos los findes rockeros, heavys, emos, goticos, punkis, de todo vamos. Pero Luck… ¿Tu no tuviste movida por allí y por eso no ibas?
-Va, si, pero me da igual, como ese niñato me toque, se caga… Así que mañana vamos, y nos ponemos a buscar… Y una cosa… ¿Qué estilo queréis tocar? A mi personalmente me da igual… mientras sea metal… Se tocar de todo…
Rápidamente intervino Katia:
- ¡Hardcore! O algo parecido.
-¿Enserio? No escucho ese tipo de música…-dije.
-Va, pues yo te paso músicota, te la estudias, te aprendes alguna cover y ya está.- me dijo ella.-¿El domingo podéis quedar para ver que hacemos? Es que ya se me está haciendo tarde…

Miré el reloj, y se me había pasado el tiempo súper rápido. Ya tenía que irme, le había dicho a mi hermana pequeña que le ayudaría a hacer un trabajo de no se que en el ordenador.
-Vale… Bueno, si queréis quedamos mañana en la tienda de discos a las 5 de la tarde, vamos a la rotonda, y bueno, estamos allí, y ya da paso buscamos batera.- Les dije.
A los 2 les pareció bien.
Al subir a la planta de arriba, la chica con la que habíamos entrado, estaba sentada en un taburete frente a un piano, y hablaba con Marc.
Y empezó a tocar, era algo genial, una melódica estupenda, los 3 nos quedamos  fascinados. La chica no se había percatado de que la estábamos observando, y cuando nos vió, paró rápidamente, se levantó, y se fue a hablar  al mostrador con Marc.
-Oye, ¿ en el hardcore hay piano? Jeje.- Pregunté irónicamente a Katia.
-No… pero… pero a esa chica se le da genial el piano… Seguro que para alguna canción acústica nos serviría…
Oye Luck, baja con esta chica, que quería ver alguna batería.- gritó Marc desde el otro lado de la tienda.
A Katia se le iluminaron los ojos.
-Oye, a lo mejor ella es también batería, y es tan buena como al piano…
-Bueno, lo intentaré averiguar, y mañana os cuento. -Contestó Luck.
-Vale, bueno, nosotros nos vamos, e intenta su numero o algo así… Jejeje.
Salimos de la tienda, y nos dirigímos a casa, volvimos sin decir nada, aunque Katia iba super feliz, dando saltitos como Doroti en el Mago de Oz… y yo debería ser el león sin coraje… Ya que estaba acojonado por lo del grupo, y porque temía, que me estuviera enamorando de ella.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Cap{itulo 6. ¡Hagamos una banda!

Katia estaba saltando frente a un estante lleno de bajos, parecía que estaba loca, eufórica, nunca la había visto así.
-¡¡Ahhhhh!! ¡¡Es el bajo que estaba buscando!! ¡Es un Squier Pete Wentz! ¿A cuanto está?- Dijo ella super nerviosa.
-Pues… Ese está a 350 euros.-Dijo Luck.
-Ohhhhh. ¡Sí! Guárdamelo, porque esta misma semana vengo a comprarlo, no se de donde voy a sacar el dinero, pero lo conseguiré.- Dijo mirando al techo, mientras se le iluminaban los ojos.
-Es un poco precipitado ¿No? – Contesté.
-Que va, es el bajo que siempre he querido. Es tan… tan… *Snif snif* Precioso.- y sonrió.-¿Lo puedo coger?
-Prueba lo que quieras nena, estás en tu casa.- Amablemente Luck.
Katia cogió delicadamente el bajo, color negro, con una chapa roja, y un dibujo de un corazón ardiendo, o eso creo que era. Lo conectó, se colocó la banda, me miró a los ojos, seguidamente hizo lo mismo con Luck, y bajó la cabeza. Parecía que estaba en trance, pero de repente, sus dedos empezaron a moverse con tal velocidad, que era casi imposible percibirlos, era increíble, al puro estilo del hardcore, y en menos de un parpadeo, cambió a un slap, casi igual que Victor Wooten, y comparable con el mismísimo Flea.
Los dos nos quedamos con la boca abierta, y mientras yo seguía alucinando, rápidamente Luck cogió la guitarra más cercana a el, la conectó a un amplificador, y empezó a seguir el ritmo del bajo, y rápidamente se cambiaron los papeles, Katia le seguía a él. Sonaba genial, era una mezcla de estilos, limpia, precisa e improvisada.
Luck me gritó algo, que con el ruido no entendí, pero suponía que me decía que les siguiera, asique cogí la primera guitarra que ví, la enchufé, e hice de guitarra secundaria.
Los 3 estábamos compenetrados, solo con la mirada sabíamos que era lo que íbamos ha hacer.
Y en el momento justo, con la precisión del batir de alas de un colibrí, los tres paramos coordinadamente.
-¡Yeah!¡Si!-Gritó Katia, que estaba super emocionada.-¡Hagamos un grupo!
-¡Por supuesto! –Contesté.
Luck dijo poco decidido, “Vale… Porque no”.- y en ese momento, me dí cuenta, de que los 3 juntos, íbamos a ser algo grande.