jueves, 22 de diciembre de 2011

Capítulo 5. El grito.

Salí de la tienda, dispuesto a entablar la conversación mas interesante de mi vida. No sabía exactamente que decir,no tenia nada pensado, así que dije lo primero que se me vino a la mente.
-¿Qué tal el día?-Dije sonriente.
- Pues más o menos, porque estamos teniendo muchos problemas con los de la mudanza. Que si una caja rota, que si la otra perdida, y organizar mi cuarto me da mucha pereza... y este Lunes empiezo a ir al Instituto, y eso es lo peor.- Ríe mirando al cielo.- Pero bueno, ahora estoy feliz, porque ya voy a poder tocar el bajo, porque a los de la mudanza, se les rompió una cuerda, cosa que me parece rara... Seguro que se pusieron a tocarlo.
-Va, eso de organizar el cuarto tampoco está tan mal, luego, cuando se te desordena, es peor, jejeje.-Y por un momento pensé, que en mi barrio, solo había 2 institutos.-Oye, ¿y a que instituto vas?- pregunté.
-Pues no recuerdo el nombre...Pero se que se coge el autobús 11...-Dijo dudando.
-¡Ala, no me lo puedo creer! ¿Y a que curso vas?-Grité emocionado.
-Tranquilo, jajaja. Qué suerte  ehh. y voy a 3º, pero no se que letra...
-¡Yo también voy a 3º! A lo mejor nos ponen en la misma clase.- Empecé a saltar y a sonreír como un loco, no me imagino que estaría Katia pensando de mi, jejeje.
-Jaja, si, quizás.-Dijo riéndose. 
En poco tiempo habíamos llegado a “Euterpe”, la tienda de música de mi barrio. Era muy buena, ya que tenia 2 plantas y 4 salas insonorizadas, para que pudieras probar los instrumentos antes de comprarlos. En la primera planta había instrumentos clásicos, de orquesta, y cosas por el estilo, y en la planta baja, tenía la zona cañera, con baterías, bajos, guitarras, instrumentos raros, y sobre todo, había un ambiente muy muy familiar.
Una chica joven, como de nuestra edad, entró junto a nosotros. Ella se quedó en la planta de arriba, mientras nosotros bajábamos.
Allí, sentado tras un mostrador, estaba Luck, un chico de unos 18 años ,el encargado de la planta baja del la tienda. Me saludó y dijo:

-Hey tio, que tal.-Dijo mirando a Katia fijamente.
-Genial, pues yo venía a encargarte una guitarra, y ella, viene a buscar cuerdas de bajo.
-Hummmm…. Una guitarra ehhh, ¿Cuál?- Sacó un cuaderno para apuntar. – Hace 3 meses te compraste ya una,  ¿te aburres de ellas enseguida o que? Jajaja.
-No, pero es que la Gibson Flying que me pillé no me refleja, Jajajaja.- dije con tono bromista.
-Bueno, ¿y cual quieres ahora?

-Pues la Rich Ironbird….

-Buena elección chico, en menos de 1 mes la tienes. ¿De que color?

- Va, eso me da un poco igual, la quieri por su sonido. Jajajaja.

-Si, y un cuerno,jeje. Negra brillante es como la tenemos.

Y en ese momento se hoyó un chillido, de histeria, de felicidad, de … es imposible de explicar. Y asustados, Luck y yo fuimos corriendo a la zona de la planta de la que provenía el chillido.

Era Katia…

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