sábado, 11 de junio de 2011

Capítulo 3. Esperandola... Por Car Fresh Blasphemy.





Habían pasado unos 3 días, estaba aturdido, había perdido la noción del tiempo y solo el recuerdo de su cabello empapado por la lluvia se colaba en mi mente a cada momento. Los días habían pasado normales, demasiado podría decirse. Las clases eran aburridas, y no conseguía prestar la atención suficiente como para no imaginarla en el pasillo en algún momento. Sí, yo creo que de veras estaba enamorado.
Esa tarde decidí ir de nuevo a la tienda de discos, con la ilusión de que quizás ella también había pesado en mí, y había vuelto para encontrarme.
Nada más dejar la mochila y comer rápidamente, me preparé, vistiéndome con una camiseta de Maiden, y unos pantalones negros.
Llegué pronto a la tienda, apenas había nadie. Jimmy estaba en el mostrador, sentado, mirando unos papeles que había sobre un archivador.
-Hola Jimi. – Dije con una amplia sonrisa en la cara.
-¡Buenas! Llegas pronto hoy. ¿Te pasó algo? No te vi venir mucho por aquí.
-Eeeeemmm… Sí… - Mi voz cambio de tono un momento, perdiendo la mirada por la infinidad de discos que había a mis espaldas. – Es que estuve liado, ya sabes… El instituto, y esas cosas.
-Ya, te entiendo. – Dijo el esbozando una tierna sonrisa.
-Veras… ¿Te acuerdas de la chica por la que te pregunté? Aquel día, que llovió tanto…
-Sí, ¿Qué sucede con ella?.
-¿Ha venido por aquí? Hoy, o últimamente, o cuando sea.
-Sí, vino por la mañana, pero se fue, dijo que tenía prisa y que volvería a la tarde. Pero no dijo la hora… - Me miro atento un momento. – No será que… ¿Te gusta esa chica?.
Aparte la mirada un momento, sonriendo nerviosamente.
-Algo así, se podría decir que…
-¡Tranquilo! Hagamos esto, quédate conmigo en el local hasta que ella vuelva, me podrías echar una mano, y cuando ella entre, yo te aviso.
-¡Genial! – dije feliz. - ¡Eres el mejor!.
Las horas pasaron rápido, pero debía irme a casa pronto. Cuando me quise dar cuenta eran casi las 8.30, y al día siguiente tenía instituto, por lo que debía irme preparando para irme.
Me acerque a Jimi algo triste. El me miró fijamente y esbozó media sonrisa.
-Tranquilo chaval. Vuelve mañana, quizás vuelve mañana.
-Sí, claro. Debo irme ya Jimi. Hoy me lo pasé bien, gracias.
-De nada. Ya sabes que aquí estoy siempre.
Asentí, levanté la mano en forma de despedida y salí del local.
Tenía rabia y ganas de llorar, pero el olor a un perfume que ya había podido saborear antes me hizo salir de cualquier pensamiento malo.
Al alzar la cabeza allí estaba ella, parada enfrente mía, como un ángel recién caído del cielo.
-Te estaba esperando. – Dije sonriendo de nuevo.
-Vaya, ¿gracias?. – Dijo ella mirándome fijamente.
Yo no me había fijado del grande de sus ojos, y del brillo que desprendían, ni de tan tiernos sus labios, con un pequeño todo rosado, que supongo que estaría producido por algún pintalabios. Estaba realmente hermosa, tanto o incluso más que debajo de la lluvia.
No quería perder esta oportunidad, mi mente decía que me declarase ya, pero la timidez siempre le ganaba.
Ella se detuvo a mirarme un rato, con la boca entreabierta, dispuesta a decir algo en cualquier momento. Sin embargo yo era todo lo contrario, mi boca parecía haber sido cosida.
Ella aparto la mirada e hizo una mueca.
-Debo irme, si no llegaré tarde.
-¡Espera! ¿Y si no te vuelvo a ver?
-Jaja, no, tranquilo, pasaré por aquí varias veces a la semana. Me he mudado hace poco, apenas 1 semana, y siempre me ha gustado la música, asi que seguramente pase por aquí mucho. - Dijo tan tranquila.
-Ahhhh, vale. -Sonreí tímidamente, de repente me sentía estupendamente, con ganas de brincar, pero no era justo el momento indicado para hacerlo.
-Oye, una pregunta más, ¿ Sabes de alguna tienda de instrumentos por aquí cerca? Es que necesito una cuerda de bajo...
-¿Tocas el bajo? Guau!!! Yo soy guitarrista. Y si,m hay una cerca de aquí, si quieres, quedamos mañana aquí, a las 5 y te llevo. ¿Vale? -Y por primera vez, estuve mas de unas milesimas de segundo mirandola a los ojos.
-¡Genial! Y También canto, pero desde que me fuí de mi antigua ciudad, no tengo grupo. - Y puso cara de tristeza.
-Que pena... Bueno, todo tiene solución...Vale Katia, pues mañana nos vemos. 
-Vale, adios, y bueno ,entro que me estoy helando aquí dentro.
Ella entró en la tienda, y yo me quedé embobado mirandola. Y cuando cruzó el pasillo, volví al mundo real, y me dirigí a mi casa, alegre, y feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario